UN PROYECTO FAMILIAR
NUESTRAS RAÍCES
Hace años, una casa comenzó a enmudecer, perdiendo el bullicio de la vida diaria, desgastándose en silencio. Había sido la casa de los abuelos y la carnicería del pueblo; vivienda y lugar de trabajo. Un punto de encuentro donde la gente no solo iba a comprar, sino también a charlar y compartir.
Pero no todo estaba perdido. Una madre y una hija, unidas por el amor a sus raíces y el deseo de construir futuro, decidieron devolverle el pulso. No solo a la casa, sino también al espíritu emprendedor que siempre la habitó.
La Toza, esa vieja mesa de trabajo donde se cortaba la carne, se convirtió en símbolo de esta transformación. Hoy es punto de encuentro, de creación y de impulso. Une generaciones, rescata saberes y se adapta a los nuevos tiempos: un espacio donde la tradición y la innovación se dan la mano para dar vida a algo más grande.
Así nace La Toza: con la fuerza de lo heredado y la energía de lo que está por venir.

LA TOZA
Mesa de trabajo y símbolo del proyecto.

SATU
Enfermera y guía de baños de bosque.
Cuida de tu bienestar y añade diversión al día a día organizando actividades que te harán estar siempre con una sonrisa.

ALFREDO
Gestor y asesor.
Lleva la contabilidad y ofrece sus servicios a quien lo necesite. Si las matemáticas no son lo tuyo, él es el héroe que necesitas.

CLAUDIA
Traductora y profesora de idiomas.
Coordina las reservas, atiende tus dudas y mantiene el contacto con el mundo de La Toza.